VERANO MELANCÓLICO.
Aún recuerdo aquellos días en los cuales algunas personas fueron tomadas como rehenes en la Embajada del Japón. Era la noche del 17 de diciembre de 1996 (hace 7 años) aproximadamente las 8.00 p.m. y escuchaba vía RPP un , hasta entonces, aparente secuestro del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru hacia personalidades que se encontraban en el interior de este inmueble; la noticia se confirmaría, era verdaderamente un secuestro en donde se encontraban centenares de invitados a una recepción organizada por la Embajada nipona. Gracias a Dios, esa misma noche fueron liberadas las mujeres y algunos ancianos, pero la angustia se apoderaba de los que se quedaban, y la de sus familiares junto con los miles de televidentes que seguíamos las incidencias; verdaderamente sorprendente, en el sentido de que cerca de una veintena de emerretistas pudieron burlar los cordones de seguridad e ingresar y privar de la libertad de políticos y empresarios (entre ellos el actual Pdte., aunque fue liberado en primera instancia), sinceramente un terrible shock al Perú y al gobierno del entonces presidente Alberto Fujimori.
Los días pasaban y no había señales de liberación, los secuestrados tuvieron que pasar navidad y recibir el año 97 en medio de paredes que constituían el óbice a su libertad; una verdadera angustia la que se vivía dentro y fuera del lugar de los hechos, mientras en el interior de la embajada algunos leían y meditaban (o reflexionaban del porqué de su secuestro) en las afueras se apostaban decenas de medios de comunicación para registrar los hechos e informar sobre lo sucedido, y las plegarias se elevaban para que esa pesadilla terminara pronto; aunque no se daría si no semanas después, antes que ello sucediera las Fuerzas Armadas planeaba la forma de liberar a los rehenes y detener a los captores que se encontraban encabezados por Néstor Cerpa Cartolini.
Gran protagonismo tuvo el encargado de la Cruz Roja en el Perú, como olvidar a Michell Minning, quien pese a su avanzada edad se constituyó en el puente para la liberación que Montesinos, Hermoza Ríos y Fujimori planeaban; las cosas estaban ya decididas, sólo faltaba la orden para iniciar la famosa Operación Chavín de Huántar, esto se llevó a cabo el 22 de abril (año 97), en donde los comandos haciendo uso de su pericia militar pudieron liberar a casi todos con vida, lamentablemente hubieron algunas bajas, y los captores fueron eliminados (extrajudicialmente o no, el hecho es que los desaparecieron) en su totalidad, lo trágico de este hecho es que se sacrificaron vidas por ambos mandos, al final son seres humanos que optaron por un mal camino (me refiero a los terroristas). Esperemos que sucesos como los ocurridos en el verano del 97 no se repitan, porque las páginas del libro de nuestra historia no se deben de teñir de sangre, si no al contrario, sus escritos deben referirse al desarrollo que tiene que lograr nuestra nación para no caer en tanta desidia y negligencia.
Los días pasaban y no había señales de liberación, los secuestrados tuvieron que pasar navidad y recibir el año 97 en medio de paredes que constituían el óbice a su libertad; una verdadera angustia la que se vivía dentro y fuera del lugar de los hechos, mientras en el interior de la embajada algunos leían y meditaban (o reflexionaban del porqué de su secuestro) en las afueras se apostaban decenas de medios de comunicación para registrar los hechos e informar sobre lo sucedido, y las plegarias se elevaban para que esa pesadilla terminara pronto; aunque no se daría si no semanas después, antes que ello sucediera las Fuerzas Armadas planeaba la forma de liberar a los rehenes y detener a los captores que se encontraban encabezados por Néstor Cerpa Cartolini.
Gran protagonismo tuvo el encargado de la Cruz Roja en el Perú, como olvidar a Michell Minning, quien pese a su avanzada edad se constituyó en el puente para la liberación que Montesinos, Hermoza Ríos y Fujimori planeaban; las cosas estaban ya decididas, sólo faltaba la orden para iniciar la famosa Operación Chavín de Huántar, esto se llevó a cabo el 22 de abril (año 97), en donde los comandos haciendo uso de su pericia militar pudieron liberar a casi todos con vida, lamentablemente hubieron algunas bajas, y los captores fueron eliminados (extrajudicialmente o no, el hecho es que los desaparecieron) en su totalidad, lo trágico de este hecho es que se sacrificaron vidas por ambos mandos, al final son seres humanos que optaron por un mal camino (me refiero a los terroristas). Esperemos que sucesos como los ocurridos en el verano del 97 no se repitan, porque las páginas del libro de nuestra historia no se deben de teñir de sangre, si no al contrario, sus escritos deben referirse al desarrollo que tiene que lograr nuestra nación para no caer en tanta desidia y negligencia.
1 comentario
José Luis -
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